domingo, 15 de noviembre de 2009

Llega el fin del mundo… a la gran pantalla

Esta temporada los directores de cine se han confabulado en contra de la humanidad. Varias películas estrenadas este otoño nos muestran lo peor y lo mejor de nosotros mismos en situaciones extremas. Contengan la respiración.

Del ejemplo más reciente aún no nos hemos recuperado. Lleva apenas dos días en las salas de nuestro país, pero era de las más esperadas. Este fin de semana se estrenaba 2012, que ilustra una profecía maya según la cual el mundo terminará el 21 de diciembre de dentro de tres años. Siguiendo la estela de sus anteriores filmes apocalípticos (Independence day o El día de mañana), Roland Emmerich nos enseña un aluvión de catástrofes naturales bajo espectaculares efectos especiales. En una entrevista a El País
el director nos acerca a su visión del desastre.

Con un guión pobre y un hilo argumental desequilibrado, en la escena John Cusack interpreta a un hombre que intenta salvar a su familia de los desastres que asolan la tierra en 2012. La típica historia del marido y padre mediocre que recupera la confianza de los suyos ante la adversidad, llámese, en este caso, “fin del mundo”.

En algunos momentos le parecerá tener un déjà vu, pues la trama y la narración recuerdan bastante a Deep Impact. De las imágenes más inquietantes destacan Los Ángeles sumergiéndose bajo el mar y la Cuidad del Vaticano hecha añicos, ¿una metáfora de los tiempos que corren?


Tráiler de 2012 (en inglés)

Otro padre coraje, esta vez con el rostro de Viggo Mortensen, nos demuestra todo lo que se es capaz de hacer por un hijo en una odisea posnuclear en la que ni siquiera los hombres son como recuerdan. Estas son las premisas de La carretera, filme oscuro y siniestro en el que el director John Hillcoat nos descubre las reacciones extremas de los seres humanos ante una situación más que crítica.

El actor explica a El País las claves de su personaje. Mortensen concibe la trama como una historia de amor entre dos personas que luchan por sobrevivir a toda costa.

La carretera es una atrevida adaptación de una novela de Cormac McCarthy, escritor que ya versionaron los hermanos Coen con su particular No es país para viejos.



Tráiler de La carretera (en inglés)

Una de epidemias

También este otoño hemos podido disfrutar de la opera prima de los hermanos Pastor, Infectados. En un momento más que oportuno, en el que el mundo entero acusa los temores hacia la nueva gripe A, los directores imaginan las consecuencias de un virus mortal desconocido que se propaga entre toda la humanidad.

El mensaje principal se adelanta en la presentación de la cinta: “hay algo más peligroso que el virus: los infectados”. El filme cuenta la huida de cuatro jóvenes de esta devastadora epidemia y de los enloquecidos contagiados.



Tráiler de Infectados (en inglés)


La primavera pasada otra pandemia llegaba a la gran pantalla. En A ciegas, adaptación del magistral Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, el director Fernando Meirelles nos angustiaba con la idea de que la humanidad dejara de ver el mundo que le rodea. Quizá no se aparte tanto de la realidad.

¿A qué se debe el éxito de las películas apocalípticas? Las teorías sobre el fin del mundo
son tan numerosas que poco impacto causan ya en el ser humano. Puede que llevarlas al cine sea una forma de consuelo: no importa lo mal que la vida le trate, podría ser peor. O puede que estemos ante una advertencia sobre nuestra breve estancia en el planeta: ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario